Ciudad cosmopolita donde vive más de una cuarta parte de la población del pais pese a no ser la capital. Auckland se construyó encima de una zona volcánica y se puede observar claramente en su orografía dicha característica aunque su totalidad están extinguidos.
Es la región más septentrional del país. Dispone de un clima templado, donde los lugareños bromean diciendo que no existe el invierno. Aunque la mayoría de los bosques de kauris de la región fueron talados durante el siglo XIX, todavía existen algunas zonas donde este extraño árbol todavía crece.
La región de Waikato es bucólica; sus cerros rebozados de hierba y un sinfín de ovejas pastando.
Además ofrece secretos escondidos en la profundidad de sus entrañas. En Waitomo se pueden visitar numerosas cuevas que quitarán el aliento a cualquier aventurero que ose entrar adentro.
Es la capital del país y se sitúa en el extremo Sur de la isla norte convirtiendola en la capital de pais más austral del mundo. Wellington es una ciudad más underground aunque dispone de una vida cultural activa donde destaca el museo Te papa, que quiere decir nuestro hogar en maorí.
Fue nombrada así por James Cook tras observar lo rica que era esa tierra, ya que podía producir alimentos de toda clase. Una de las razones que hace la tierra tan propicia para el cultivo es la inmensa actividad geotérmica de la zona, sobretodo cerca de Rotorua. Cabe destacar que en esta región fue donde los Maories se asentaron por primera vez.
Innumerables atracciones que visitar. Naturaleza en estado puro. Desde glaciares, pasando por selva hasta los denominados “Pancake rocks” una especie de roca caliza erosionada por geiseres marítimos verticales. ¿Como sienta esto? Si aún no estás convencido, es conveniente saber que Lonely Planet incluyo esta ruta en el top 10 de rutas escénicas costeras del mundo.
Capital de los deportes de aventura en NZ. Es adrenalina pura. Allí se inventó el bungy jump y están muy orgullosos de ello. Si realmente te gusta el peligro esta es tu ciudad, aunque ofrece actividades para todos los gustos.
Fiordland está dominado por las empinadas laderas de los picos nevados de los Alpes del Sur, lagos profundos y sus valles escarpados inundados por el mar, conocidos como fiordos. El parque nacional de Fiorland es patrimonio de la humanidad y no es de extrañar. La naturaleza que rodea la región es abrumadora.
Los Catlins se sitúan en la región conocida como Southland. Es un sitio remoto pero no menos espectacular. La diversidad de vida marina es uno de sus principales atractivos donde se pueden encontrar leones marinos, pingüinos y delfines. Waitaki alberga supersticiones y misterios solo entendidos por los maoríes.
Esta región neozelandesa se sitúa al norte de la isla sud. Es una zona vitivinícola donde las condiciones para la producción del sauvignon blanc son excelentes. Geograficamente en la parte costera encontramos diversos fiordos, cuyos brazos entran profundamente y en tantas direcciones que verdaderamente parece un laberinto para navegantes. La belleza del lugar es francamente abrumadora.
Situado en el noroeste, es la región más soleada de la isla sur. Su geografía es diversa encontrando largas playas doradas, bosques impenetrables y escabrosas montañas. Destacamos el Abel Tasman National Park, que aunque siendo el más pequeño de Nueva Zelanda puedes perderte durante muchísimos días sin ni siquiera pestañear con sus 225 km cuadrados.
Christchurch es la segunda ciudad más poblada de NZ y es la capital de la isla sur. La ciudad tiene un aire triste debido a que un terremoto destruyo la mayoría del centro histórico y aún están tratando de reconstruirlo. Las llanuras de Canterbury albergan todo los alrededores de Christchurch hasta que empiezan los sistemas montañosos donde podemos encontrar varios centros de ski.