Cris y Flavia nos recibieron con los brazos abiertos para darnos toda su amabilidad y mostrarnos la zona con pasión y con el único objetivo que nuestro disfrute. Pudimos conocernos mejor con la primera tarde en el lago, carpa, kayak y perros a bordo, mateamos hasta que el sol nos dejó.
Durante el día siguiente visitamos la bodega Schroder, y conocimos el proceso de fabricación en su antigua fábrica. La diferencia en fermentaciones, la clase de madera que permite tener vinos de distintas gamas y en sinfín de conocimientos, hasta poder degustar una selección de vinos “Saurus” denominados así en honor al hallazgo de restos de dinosaurio en la bodega durante su construcción. A la vuelta a casa, más a menos contentos con el estado etílico en nuestros cuerpos paramos en un hotel 5 estrellas abandonado. Qué? Cómo? Sí, sin lugar a duda parecía como afirmaba Cristian una tapadera para lavar dinero. Los 4 operarios ni se inmutaron cuando entramos y recorrimos sus salones, habitaciones, saunas, cocinas. Lamentablemente el tiempo y la gente ya se había encargado de desvalijar el edificio aunque aún quedaban ciertas piezas interesantes. Cristian nos llevó a visitar la chacra de su familia donde cultivan manzanas y también nos contó acerca del negocio agrario, lo cual resultó interesante.
Que más se puede pedir a esta feliz pareja que nos hicieron probar todo tipo de comida “típica argentina” a la cual ninguno de los dos se negaba hasta empacharnos a pizzas a la parrilla, tortas fritas, facturas,picadas...
Visita a las bodegas | ||
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Disfrutando de un atardecer en el lago | ||
Conociendo las chacras | ||
Vino, picada y piscina...¿Que más se puede pedir? | Preparando unas pizzas a la parrilla | |
Es tradicional en la Argentina hacer tortas fritas el día de lluvia para acompañar el mate o un buen café con leche. | ||
Última noche cenando en el Casino de Neuquen |