Copacabana es la puerta de entrada al lago Titicaca por la parte boliviana. Es un pueblo muy arreglado, con vocación clara para el turismo. La avenida principal alberga la mayoría de restaurantes y hoteles, todos ellos con decoración exquisita. El pueblo tiene pocos atractivos más que lo barcos que parten hacia la isla del Sol. A destacar, se puede subir hasta el calvario, un pequeño cerro donde se pueden apreciar las mejores vistas de la ciudad, los mejores atardeceres, pero como su nombre bien indica te puedes llegar a arrepentir nada más empezar a subir la cuesta.
La Isla del Sol es un obligado en mayúsculas. Tras llegar a ella fuimos contagiados de su magia. Si bien sus cuestas a más de 3.000 metros tampoco son aptas para cardíacos, las vistas que emanan de ese trozo de planeta son bellas. Anduvimos desde la cara sur a la norte y cada paso durante las casi 4 horas de trayecto fueron un orgasmo visual. Quedarse a dormir en la isla no es caro, pero no tiene precio, la tranquilidad, las estrellas y el silencio parecen de otro planeta y más a los urbanitas como nosotros.
Duras caminatas... | ...que siempre son compensadas con vistas de infarto. | |
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Atardeceres que nos dejaron sin palabras | Inmensidad del Lago | |
Copacabana |